He pasado un mes con mucho trabajo, pues tengo que preparar el curso que estoy impartiendo y son casi cinco horas diarias, descontado ya el tiempo de descanso.
Han pasado seis meses y aún me recuerdo del remojón que me di.
Gracias que tras la tempestad, viene la calma, calma entre charcos, pero tranquilidad.
Tuve tiempo para visitar la iglesia, para hablar con una señora y deambular por la población empapada.
Tras tomarme una ducha reparadora, ponerme ropa seca, bajé al comedor para recuperar energía.
Dejaré para la próxima entrada la visita del interior de la iglesia.
En 1999 Cristo me aceptó a recorrer el Camino de Santiago o el Camino de las Estrellas, donde las estrellas son nuestros antepasados que nos guían en nuestro camino por la vida. Dedico este blog a dos estrellas del Camino, a mis padres Juan María y Angelines. Quiero también compartir con vosotros mi afición por la fotografía.
sábado, 24 de febrero de 2018
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