Una vez hemos dejado atrás la ermita de la Virgen de la Saleta nos dirigimos a Castro Dozón por Piñor.
Lo primero que nos encontraremos es Cotelas, por donde pasé hace dos años, regresando del monasterio de Oseira. Entonces cogí un taxi, pues me quedaban más de 14 kms para llegar a Cartro Dozón y solo me quedaban escasas dos horas y media de luz, pues entonces también estábamos en el mes de diciembre. Tomé nota del albergue, casa de comidas y taxi por si acaso también lo volvía a necesitar esta vez.
Atravesé la pequeña aldea, pues solo eran cuatro casas, especialmente como seguía este camino, si bien recuerdo que hace dos años la carretera pasaba antes por la iglesia y el cementerio que recuerdo unas mujeres cuidaban con esmero sus flores, llevando una carretilla de obra con todos los utensilios necesarios.
Después de abandonar las últimas edificaciones ya llegamos al campo por un camino paralelo a la carretera.
En esta zona existen varias empresas dedicadas a la fabricación de ataúdes, tanto en la construcción de la caja de madera, como en su tapizado interior y otros.
Llegamos a Arenteiro, en el concello de Piñor, con su iglesia y su plaza mayor
En 1999 Cristo me aceptó a recorrer el Camino de Santiago o el Camino de las Estrellas, donde las estrellas son nuestros antepasados que nos guían en nuestro camino por la vida. Dedico este blog a dos estrellas del Camino, a mis padres Juan María y Angelines. Quiero también compartir con vosotros mi afición por la fotografía.
lunes, 1 de abril de 2019
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