domingo, 21 de enero de 2018

El Camino de Santiago, camino francés. De Boadilla del Camino a Villarmentero del Campo 3

Después de tomarme un café con leche con una rosquilla de anís, para temperar el cuerpo, pues a pesar del mes de agosto el día lluvioso y frío estaba descolocado en el veraniego mes de agosto.

En unos de los momentos que me encontraba en el exterior de la iglesia, vi a Marianna, que había dejado su mochila, para que un transportista se la llevase hasta Carrión de los Condes en el Hostal del monasterio de las Clarisas. Esa decisión le permitiría andar el camino más ligera y poder llegar a Carrión, según lo previsto, si bien la mojadura estaría asegurada.

Ahora que he descargado las fotos reducidas, por la hora en que fueron tomadas estas dos fotos, correspondía al momento en que fotografié el exterior de la iglesia, pues aún no habían abierto para la visita interior.




Salí de Frómista y el cielo avisaba de la que nos iba a caer encima.

El segundo chubasco del día nos cayó, pues nadie se libró de ello, supongo sobre poco antes de las once de la mañana, ya que me pasé más de una hora fotografiando por fuera y por dentro de la iglesia románica de San Martín.

A la salida de Frómista seguimos un andadero que circula por la derecha de la carretera que va hasta Carrión de los Condes. Primero nos encontramos con un monumento al peregrino.






Antes nos han adelantado unos bicigrinos, como se llaman a los peregrinos que circulan en bicicleta.




Poco antes de llegar a Población de Campos me encuentro una ermita a la izquierda de la carretera. Lo escribo en primera persona, pues voy más solo que la una.






Como ya está lloviendo, aunque sea poco, no cruzo la carretera, para comprobar, si se puede visitar la ermita, pues aparentemente parece cerrada.

Luego dejo a mi derecha la población, eso sí después de pararme en un bar, para ir al servicio, ya que la panadería de Frómista no tenía. Mientras estoy dentro del bar, se para la lluvia, para engañar al peregrino.



A la salida vuelve a llover, cada vez más fuerte.

En algún momento bajo el abrigo de un árbol consigo tomar alguna foto.

Otra vez me encuentro un rebaño de ovejas que tanto el pastor como sus perros, se mojan como yo.

Me siento admirado por las flores que adornan el camino.







Al pasar por Revenga de Campos la lluvia se hace más fuerte, por lo que no se puede dejar constancia del paso por la población.

No recuerdo, si las fotos que acompaño están hechas antes o después de esta población.












Poco antes de Villarmenteros de Campo me encuentro a otro peregrino que me dice que se va a quedar en una casa rural, pues llueve mucho. Él iba acompañado de un supuesto chaval que con la capa no veía quien era y que resultó era una chica extranjera que en Villarmentero se hospedó ella en el albergue, mientras que el peregrino, algo mayor que yo, se hospedó en la casa rural.

La lluvia era insistente. A mi me quedaban unos diez kilómetros para llegar a Carrión. El agua de la lluvia ya me corría por la espalda. El día estaba cerrado con un color gris impenetrable. Pensé que no podría conseguir llegar a Carrión y al día siguiente seguir dirección a Sahagún, donde tenía previsto terminar el trozo del Camino por este año, ya que tenía que regresar a Barcelona, para ir a Zaragoza a una boda familiar.

Fue una ayuda divina, un aviso, pues en Sahagún solo podía regresar en tren hacia Barcelona , uno por la mañana y otro de noche, pero que para esos días casi no habían plazas disponibles.

Finalmente al sexto día de camino llegué a Carrión y así, después de ver la población por la tarde, al día siguiente cogí el autobús hacia Palencia. Como los mismos trenes que pasan por Sahagún también pasan por Palencia y al no haber plazas en ambos trenes, no pude tomar la ruta por Miranda de Ebro, pero sí en tren regional de Palencia a Valladolid, y de allí en Alvia a Madrid y sucesivamente en AVE a Barcelona. Por casi el mismo precio pude ir de Palencia a Barcelona en menos tiempo. Y posiblemente el precio fue menor, pues en los primeros trenes posiblemente tendría que coger plaza preferente.

Como final voy a dejar una foto de la parroquia de Villarmentero que visité aquella tarde, cuando el tiempo se tranquilizó.


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