sábado, 4 de noviembre de 2017

El Camino de Santiago, camino francés. De Hontanas a Boadilla del Camino 1.

Después de pasar la tarde en Hontanas y tras cenar pronto, pues cerraban la cocina del albergue a las 20 horas, me fui a dormir, para levantarme temprano.

Como en la vez anterior que recorrí esta etapa, si bien en la vez anterior lo hice al mediodía, entonces me recomendaron que andara por la carretera, pues los árboles en las cunetas de la misma ofrecen sombra, mientras que el camino prosigue por descampado. En esta ocasión era primera hora de la mañana, poco más de las 7 h y casi no me crucé con ningún coche, por lo que el camino fue seguro, siempre por mi izquierda, girándome, cuando oía ruido por detrás.

Digo esto, pues a lo largo de los años me ha pasado de todo. Me recuerdo en el 2001 al salir de Burgos un grupo nos perdimos, por lo que seguimos la carretera. Al final me quedé solo, pues los otros se pararon a desayunar. Yo iba por el margen izquierdo y entonces pasó un camión a gran velocidad, por lo que debido al golpe de aire, me voló el sombrero que fue a parar a un campo cercano. Gracias que fue fácil recuperarlo.

En años posteriores, ya no me recuerdo ni el año ni el tramo, iba también por el arcén de una carretera que me pasó una furgoneta, adelantando a otro vehículo, que me pasó por mi lado a menos de un palmo de distancia.

Muchos conductores deconocen que muchas carreteras están construidas encima de los caminos medievales, como el Camino de Santiago, por lo que quién tiene más derecho de pasar por ellas, peatones o peregrinos o conductores y éstos no son de carros a una velocidad más humana.

El primer tramo es hasta las ruinas del convento de San Antón que a partir de allí la carretera servirá para peregrinos y vehículos.

la iglesia parroquial de Hontanas nos despide al amanecer.











los primeros rayos de sol











Ya he llegado al Convento de San Antón que a esta hora se encuentra cerrado o aparentemente cerrado, pues no probé, si se abría.







los monjes dejaban en estas hornacinas pan y bebida para los peregrinos, cuando el convento estaba cerrado por la noche






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