lunes, 9 de diciembre de 2013

Camino francés 2012: Ponferrada

Tras pasar por el Hospital de la Reina en Ponferrada me dijeron que visto como tenía el dedo gordo del pie era más sensato dejarlo allí y así evitar una posible infección.

Puse las botas en una bolsa, una bolsa de plástico de El Corte Inglés que son grandes y fáciles de llevar, use las chancletas que llevo para ducharme y que me sirven de calzado de descanso (las sandalias pesan demasiado y algo hay que recortar de peso), me cargué la mochila y hacia el albergue de San Nicolás de Flüe, en la entrada de Ponferrada, según se viene desde Molinaseca, población anterior del camino.

Una vez me dieron una cama baja, pues el cojo era aparente, me tuve que hacer el lavado del gato, pues no podía mojar el vendaje. Como dicen los gallegos, me lavé por parroquias. Me puse ropa limpia y atravesé el descampado, en parte aparcamiento, hasta un bar/restaurante que se encontraba enfrente.

Después regresé al albergue para descansar un rato. A media tarde me fui a la estación de ferrocarril, para comprarme el billete de regreso.

Dentro del castillo no entré, pues no creí conveniente dar saltitos con las chancletas por los paseos de ronda y otros (ya lo visité en mi primer contacto con el camino en 1999).



tres compañeras aragonesas

castillo templario en Ponferrada

castillo templario en Ponferrada visto desde abajo

castillo templario de Ponferrada

castillo templario de Ponferrada

castillo templario de Ponferrada, cerca de la puerta de acceso al recinto

castillo templario de Ponferrada

puerta de acceso al recinto del castillo templario de Ponferrada

puerta de acceso al recinto del castillo templario de Ponferrada

puerta de acceso al recinto del castillo templario de Ponferrada

almenas sobre la puerta de acceso al recinto del castillo templario de Ponferrada

almenas del castillo templario de Ponferrada

almenas del castillo templario de Ponferrada


puerta de acceso al recinto del castillo templario de Ponferrada


 castillo templario de Ponferrada

torreón del castillo templario de Ponferrada

iglesia de Nuestra Señora de la Encina

imagen de la Virgen en el interior de la iglesia de Nuestra Señora de la Encina , patrona de Ponferrada


torreón del castillo templario de Ponferrada


tres compañeros del Camino



A la mañana siguiente me tuve que levantar pronto, pues se tenía que abandonar el albergue a lo sumo a las ocho de la mañana, después de despedirme de los que fueron mis compañeros durante los seis días de mi camino, me fui hacia la iglesia de Ntra Sra de la Encina que ya estaba abierta.

Luego busqué un bar, para hacer tiempo, pues a partir de las 10 de la mañana podía volver al hospital, para que me hicieran una nueva cura. Todos los bares estaban vacíos, salvo uno que era de un hostal. Escogí uno de los vacíos, frente al castillo templario de Ponferrada, más o menos a mitad del lateral. La gente al verme, se fueron sumando a la terraza. Vinos un grupo de extranjeros, una alemana que no entendía nada y discutía con el camarero, pues lo que pedía, no era lo que quería. Se sumó un grupo de norteamericanos que se lubricaban con buen vino, buen jamón serrano y pinchos de tortilla. A todo eso las diez de la mañana, ¿a qué hora llegarían a Villafranca del Bierzo?, pues seis horas no se las quitaba nadie de no ser que se quedaran antes, por ejemplo, en Cacabelos, es decir, cuatro horas después.

También se sentó, en un poyete junto al paseo, un peregrino mexicano. En su mochila llevaba de todo. Iba sacando fiambreras de plástico con todo tipo de fiambres, huevos duros, queso, bebidas diversas. No tenía necesidad de avituallarse en el bar.

Más abajo estaban dos matrimonios catalanes, de Mollet del Vallés. Uno de los maridos empezó en Roncesvalles, mientras que su esposa y otro matrimonio se sumaron en León. Yo me los encontré en Nuestra Señora del Camino a pocos kilómetros de León. Coincidí con ellos en el albergue de Villadangos del Páramo, las antiguas escuelas, y en el albergue de Astorga. Creo que durmieron en el Acebo, por lo que no los vi hasta en Ponferrada. Se habían tomado el día libre, para descansar y aprovechaban que era miércoles, pues por la mañana la entrada al castillo era gratis, posiblemente esta era la respuesta a tanta gente allí.

Luego fui al hospital, donde me volvieron a curar el pie. Con la casa acuesta, la mochila me fui al mercado, para comprar algunas cosas para comer y beber, y otras para llevar a casa. Pensar que el viaje de regreso en tren dura más de ocho horas.

castillo templario de Ponferrada

almenas del castillo templario de Ponferrada

una casa entre el castillo y Ntra Sra de la Encina en Ponferrada

detalle de la casa anterior

 iglesia de Nuestra Señora de la Encina , patrona de Ponferrada

 iglesia de Nuestra Señora de la Encina , patrona de Ponferrada

estatua conmemorativa del encuentro de la imagen de la Virgen dentro del hueco de una encina



entrada a  la iglesia de Nuestra Señora de la Encina , patrona de Ponferrada


imagen de la Virgen en el interior de la iglesia de Nuestra Señora de la Encina , patrona de Ponferrada

interior de laiglesia de Nuestra Señora de la Encina , patrona de Ponferrada

castillo templario de Ponferrada, lateral paralelo a la subida hacia Ntra Sra de la Encina

castillo templario de Ponferrada, lateral paralelo a la subida hacia Ntra Sra de la Encina

castillo templario de Ponferrada, lateral paralelo a la subida hacia Ntra Sra de la Encina

un peregrino mexicano, dentro de su mochila se comió un completo desayuno

dos matrimonios catalanes, de Mollet, el de la izquierda empezó en Roncesvalles, los otros tres se sumaron en León

castillo templario de Ponferrada
Todas las fotos las hice yo en julio del 2012.

Como inicialmente había previsto que llegaría A Santiago, me había comprado un billete de regreso desde Santiago. Ante el regreso adelantado, una semana después compré otro billete de ida, para aprovechar el de regreso. En Santiago vi a varios de los compañeros del camino, algunos pensaban que veían a un aparecido.

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