miércoles, 4 de octubre de 2017

El Camino de Santiago, el camino francés: De San Juan de Ortega a Burgos

Después de la tormenta vespertina, la noche pasó tranquila sin calor ni frío.

A la mañana siguiente me tomé un café con leche de una máquina que se encontraba en el vestíbulo del albergue..

Al salir volvió a llover fino, pero aconsejaba que te pusieras un cortavientos, para reducir la humedad ambiente.

Llegué hasta el punto hasta donde llegué ayer, para seguir por un camino dentro del bosque.


En las dos ocasiones anteriores que había recorrido este tramo me encontré con tres portones que se podían abrir o cerrar, pero desgraciadamente esta vez han cambiado los portones por pasos canadienses, de esos que tienen una rejilla en el suelo con un foso de un metro de profundidad, donde los pies pueden introducirse fácilmente. Como yo voy solo y artilugios como estos me provocan vértigo y un cierto pánico, pues si das pasos grandes, te puede quedar clavado y ni para delante no para atrás. En el primer paso aún había una reja en donde te podías sujetar o apoyar, pero los dos siguientes solo habían alambradas con pinchos. Gracias que el ángel de la guardia me echó una mano, porque si no allí me hubiera quedado hasta que hubiera pasado otro peregrino.









Aquí me encontré unas bacas y a esta que se encontraba entretenida le tomé una fotografía. Después de esta me encontré el último paso canadiense que como aprendí en el segundo había que dar pasitos cortos para mayor seguridad.

Por fin llegamos al campo abierto, pero sigue la neblina.











Pasamos por Agés y nos dirigimos hacia Atapuerca, eso sí por caminos distibtos a los que pasé solo seis años anteriores.

Desconozco, si la excavaciones de Atapuerca han propiciado desvíos de rutas anteriores y dentro de las poblaciones los intereses de unos y de otros, para que pase o no pase el camino por ciertas calles o edificios.

Finalmente a la altura de un monumento dedicado a un peregrino es camino se desvía perpendicularmente a la izquierda (digo esto, pues dos peregrinos fueron directos, lo que les obligaría llegar a Burgos por polígonos industriales y luego la carretera nacional).

Este camino a la izquierda nos va elevando hacia la sierra de Atapuerca.

Hay algunas guías que dicen que hay que ir campo a través y no entiendo, pues por la izquierda no se puede ir, pues hay una alambrada y un letrero de Prohibido el paso. Zona militar y no estamos para que nos tiren un disparo. El supuesto camino es un pedregal con piedras fijas de muy mal traer. A caso el campo a través sería buscarse la vida por la derecha por zonas menos pedregosas, con la única guía en el tramo final de la cruz, llamada milladoiro en Galicia, que culmina la sierra.

aquí hay un posible camino para esquivar las piedras, solo apto para bajitos, pues las duras ramas de la vegetación impiden el paso de personas de estatura normal.


parce dislumbrar un paso con menos piedras, pero no tiene continuidad

esta foto la tomé, pues aquí no había otra solución que subir por el medio de las piedras. A la izquierda la alambrada y por la derecha una espesa vegetación que también se asemejaba a la alambrada del otro lado.
Aunque el caso era diferente me recordaba a lo que llamo "la reserva nacional de piedra" que se encuentra bajando del Alto del Perdón en la etapa entre Pamplona y Puente de la Reina, donde dicho tramo, curiosamente está delimitado por dos portones, dentro de los cuales nunca he visto ningún tipo de ganado ni otros animales. No seremos los peregrinos, los reservados.



realmente esta foto es tomada desde la cruz hacia bajo de la sierra por donde no hemos subido


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