viernes, 22 de febrero de 2013

Camino Portugués: De Mos a Pontevedra.

Primero os voy a poner unas fotos de Mos que me olvidé de colgarlas en mi anterior entrada.

El Pazo de Mos

Escudo en el Pazo de Mos

Iglesia de Santa Eulalia del Monte en Mos

Iglesia de Santa Eulalia del Monte en Mos

Iglesia de Santa Eulalia del Monte en Mos

Inicialmente la iglesia estaba cerrada, pero por la tarde hubo una boda, por lo que pude entrar y ver la iglesia por dentro. Luego los participantes en la boda cruzaron la plaza y entraron en el pazo, para seguir la fiesta.

A la mañana siguiente salí bien de mañana, pues como la etapa anterior la recorté, esos diez kilómetros me recaían en la etapa de hoy.

Cruceiro de los Cabaleiros
Primero viene una subida y luego una larga bajada hacia Redondela, pasando un tramo con una bajada cementada muy pronunciada.

Más adelante un grupo que pernoctó en Mos me alcanzó Salomé, Débora, Ángeles y Ricardo. Conseguí seguir a su paso hasta Redondela, donde paramos para tomar algo. Después cada uno siguió su camino.

Pasado Redondela tienes la ría de Vigo a tu izquierda.

La ría de Vigo
Durante casi dos horas continúa el camino hacia Arcade, donde cruzas el río Verdugo por el Ponte de Sampaio.

Ponte de Sampaio
Como el día era caluroso y el camino prometía accidentado, preferí seguir por el arcén de una carretera poco concurrida. Debido a mi visión complicada, pues habitualmente llevo gafas bifocales, pero cuando ando el camino o simplemente voy por la montaña, me cambio las gafas por otras sólo para lejos. El arcén de carreteras poco concurridas, con el debido respeto a los coches que circulan y manteniendo la atención, camino más rápido que por caminos de montaña, donde tengo que estar pendiente de las piedras y otros accidentes del terreno.

Poco antes de Santa Marta, pero siguiendo la carretera, encontré un bar restaurante, donde comí, pues ya eran las dos de la tarde pasadas y el calor recomendaba tomar un descanso y una sombra. Pregunté como encontrar el camino y me dijeron por donde. Pero en el donde vino el problema, pues había que cruzar la vía férrea en construcción por un puente provisional de tubo metálico que no estaba pensado para llevar una mochila en la espalda. Por poco me quedo allí atravesado, pero gracias a Santiago y algunos de sus ángeles de la guardia pude seguir adelante. Contacté con el camino poco antes de la ermita de Santa Marta. Recuerdo que en el camino existía un cierto alboroto, pues un peregrino se había accidentado con la rama atravesada de un árbol. Proseguí el camino entre peregrinos ya acercándonos hacia Pontevedra, donde en su entrada nos encontramos con el albergue. El albergue se veía, pero por donde se entraba, buena pregunta. Al final lo conseguí.

En el albergue tras una confusión de los hospitaleros conseguí al fin una cama, ducharme, cambiarme la ropa, lavar la ropa sucia, descansar un rato. Allí conocí a Ruben de Eroski que estaba trascribiendo las notas de la jornada realizada. Luego me fui andando hacia el centro de Pontevedra en chancletas, pues para llevar menos peso, no llevo sandalias, y si descanso de las botas, tengo que utilizar las chancletas que llevo para ducharme.

En mi siguiente entrada recordaré mi visita a Pontevedra.




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