viernes, 1 de febrero de 2013

Camino Portugués: De Rates a Portela

Salimos de Rates hacia Pedra Furada, Pereira y Barcelos.


Ya han pasado más de dos años de que andara este trozo del Camino, pero de esta etapa casi no me recuerdo de nada. Lo poco que recuerdo fue el trozo entre Barcelos y Portela, quien sabe porque hacía calor y a medio camino de este tramo final había un bar, con sillas afuera, a la sombra, donde yo me tomé un refresco en el interior, pues tales sillas externas estaban muy solicitadas.

Como pasa en Galicia aquí las viñas también se cuelgan.




Cuando llegué a Barcelos la ciudad estaba muy animada tanto por turistas como por foráneos, quien sabe algunos emigrantes que regresan por vacaciones a su tierra.

El puente gótico sobre el río Cávado accede al casco histórico de Barcelos

Barcelos

Iglesia de Santa María de Barcelos



Cuando atravesé la ciudad, vi anunciada la oficina de turismo y me dirigí allí. Me dieron información, para conocer los lugares de paso y seguir el Camino de Santiago. También me sellaron la Credencial de peregrino.

El mejor símbolo de Portugal, el gallo, es típico de Barcelos y así como en Suiza hay vacas monumentales, aquí son gallos.


El Gallo símbolo de Barcelos, también lo es de toda Portugal
Más adelante pasé por la iglesia del Senhor da Cruz. Delante había un parque y por medio un paseo muy concurrido. Cerca entré en una confitería y me tomé un dulce típico con una bebida (lo digo así genérico, pues con el calor que empezaba a hacerse presente no combidaba a tomarse un café con leche).

Iglesia del Senhor da Cruz
Tras salir de la población por calles, pronto regreso a un camino rural. Luego paso por delante de un bar, como he explicado al principio, y tras una subida llego a Portela, donde han construido un albergue nuevo.

Albergue de Portela

Aquí me pasó una buena que luego os contaré.

Llegué alrededor de las 15 horas y como sabía que el albergue estaba cerrado, me fui a un restaurante para comer. Cuando terminé, pregunté donde estaba el albergue y me dijeron que ahí enfrente. Por lo que atravesé la calle y vi un edificio municipal de uso diverso que estaba cerrado, por tanto me descargué la mochila y me senté en  un poyete para esperar, ni pasaba nadie ni se abría el local, finalmente vi a un compañero que llegaría, mientras yo estaba comiendo, que se encontraba más arriba y me avisó que el albergue estaba allí. Perdí un  tiempo, pero al final conseguí un sitio en el albergue, pues habían llegado muy pocos.

Tras seguir el protocolo del peregrino: 1. Presentar la Credencial, apuntarte y conseguir una cama. 2. Sacar las cosas de la mochila y extender el saco de dormir sobre la cama. 3. Ducharse. 4. Mudarse con ropa limpia. 5. Atender "las ruedas y el mantenimiento del vehículo", es decir, curarse las ampollas, si ya han aparecido, ponerse el repertorio de cremas. 6. Normalmente este punto es comer, pero en esta ocasión lo hecho al principio. 7. Lavar la ropa y tenderla. 8. Estirarse en la cama y descansar (nunca consigo dormir, pero es importante que los pies no carguen el peso del cuerpo). 9. Dar una vuelta (esta vez la vuelta fue rápida, había una iglesia y poco más, a caso mirar por donde sigue el camino, para asegurarse la salida del siguiente día).

Iglesia parroquial de Portela

Aprovecho para contaros el pasado punto 7, lavar la ropa.

Dentro de mis pertenencias, siempre llevo un trozo de jabón, inicialmente una tercera parte de una pastilla de jabón de coco para lavar la ropa, dentro de una bolsa de plástico que me suele durar más de un año. Si en el albergue hay jabón utilizo ese jabón, sino saco mi bolsa del bolsillo.

También llevo un cartón pinzado con seis pinzas de madera para la ropa. Las utilizo de madera, pues las tengo identificadas con las siglas de mis apellidos. Normalmente cada día lavo la ropa, salvo cuando visitas una ciudad que no siempre tienen sitio para extender la ropa. Normalmente lavo la camiseta, una malla de atletismo corta (útil para personas con sobrepeso, pues las costuras son suaves), un par de calcetines, el pañuelo o las cintas de rizo para la frente. También extiendo la toalla (estas nuevas que son sintéticas y no de rizo, pues hacen menos bulto, pesan menos y se secan más rápido), Si tienes las pinzas marcadas, puedes recuperarlas, pues siempre hay listo/as.




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