Por ello seguí el camino Francés con la "suspensión" un poco maltrecha, pues la planta del pie derecho estaba con varias ampollas. Como en Palas de Rey dormí en una habitación, por lo que descansé mejor que en otros albergues, pues no tenía que tener cuidado de no roncar (dormir de lado).
Al salir de Palas de Rey me dirigí hacia San Xulián, Casanova (donde hay un pequeño albergue de la Xunta), Leboreiro, donde cerca atravesamos el límite de la provincia de A Coruña, la tercera de nuestro camino, después de Asturias, Lugo y A Coruña.
Seguimos el camino hasta Furelos que tras pasar el puente románico de cuatro ojos nos encontramos a la derecha la iglesia dedicada a Santa Eulalia.
En menos de dos kilómetros llegamos a Melide. Allí siempre hago una parada obligatoria, a la qhora que sea, al medio día para comer, esta vez sobre las 11 horas para almorzar en la Pulpería Casa Ezequiel.
Me recuerdo en 1999, el primer año que pasé el comedor era como si fuera en un merendero de una feria con las mesas de madera, bancos de madera, suelo de tierra, pero en esta ocasión en los bajos de un edificio, como si fuera un garage. En aquella ocasión como en esta te vendían el pulpo en la entrada, un hombre y dos mujeres, el hombre cocinaba el pulpo, una de las mujeres pescaba un pulpo de la olla, cortaba un tentáculo y con unas tijeras lo cortaba sobre un plato de madera, la otra mujer aliñaba el pulpo con acite, sal y pimentón. Entrabas dentro y buscabas sitio libre. Luego te traían un cuarto de rosca de pan. El primer año tenía todo el local para mi sólo. Más tarde llegó un grupo de ciclistas, ocho o diez y una furgoneta de apoyo que pertenecían a la Renault de Valladolid. Los poco más de diez (dos iban en la furgoneta) se repartieron una ración doble y yo solito una ración secilla. Me recuerdo también que había un chico en la barra que te ponía la bebida. Pedí vino blanco que lo servían con un grifo, como si fuera de cerveza, pero iba tan despacio que lo dejó abierto con la jarra debajo, pero cuando se quiso dar cuenta el vino ya rebosaba y dijo: "que hago ahora" y yo le contesté, déjelo que ya me lo beberé (ya me sacrificaré). En aquella ocasión aproveché para comer y así después del pulpo me comí una ración de empanada. Luego siguió algo de postre que no me recuerdo que fue y finalmente una copa de orujo de hierbas. En 1999 el camino por la tarde hasta Ribadixo Baixo lo hice animado con la compañía de todas las ánimas del Camino.
En esta ocasión en el siguiente Xacobeo de 2004 la parada de abastecimiento fue a caso un poco más pronto. Me encontré con peregrinos, con los que llegaría a Santiago días más tarde. El local ya estaba arreglado en el 2001. Las mesas y los bancos mejores. La misma ración de pulpo sobre el plato de madera, un cuarto de rosca de pan y una jarra de vino blanco de Ribeiro.
Como casa Ezequiel se encuentra a la entrada de Melide, seguimos, atravesando el núcleo de la población.
A la salida de Melide nos encontramos la parroquia de Santa María. Una bella iglesia románica rodeada de un pequeño cementerio. La primera vez que pasé, sólo me paré para hacer una fotografía, pero cuando enseñé las fotos (entonces en papel) a una compañera del trabajo, me comentó que su madre había nacido allí y en esa iglesia hizo su primera Comunión. Por ello cuando volví en 2001 visité la iglesia y me sorprendió las pinturas románicas que conserva el interior de la iglesia, Desde 2004 la iglesia está abierta y se puede visitar en horario diurno.
Dejamos atrás la iglesia de Santa María y el camino queda recogido por la vegetación.
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