lunes, 9 de septiembre de 2013

Camino 2013: De La Faba a Alto do Poio

El pasado domingo 25 me levanté como de costumbre, pero hoy me esperaba un desayuno mejor, tostadas de pan o galletas con mermelada, pues no vi la mantequilla o similar. Leche con café caliente, o mejor dicho agua caliente con Nescafé (digo la marca, pues era ésta). También tenían miel. Así mi surtido de pastillas las pude acompañar mejor.

Esperé a salir, cuando empezaba a clarear. Pasé por la fuente de agua fría y repuse mi botellita.

Digo botellita, pues años atrás llevaba un bote de aluminio, cogido al cinturón con un mosquetón, que utilizaba para beber en una fuente (también se podía utilizar para calentar agua en un albergue), pero ahora llevo una botellita de esas de agua mineral de 33 ml, pues permite llenarla en una fuente para beber, como guardarla llena dentro del bolsillo del pantalón, que no se caen por puro milagro.

En mis pantalones llego a llevar:
* pastillero general
* pastillero desayuno
* pastillero emergencia (nolotil) por si tuviera un cólico nefrítico
* cortauñas
* bolígrafo
* cartera de nylon con documentación
* llaves de casa
* pañuelo
* móvil
* portamonedas
* gafas de lejos, cuando camino me cambio las gafas y guardo las bifocales
* fotocopias con la ruta y albergues del día
* botellita
* cuchillo multiusos con cadena (es el primer modelo que tiene tijeras)
* sombrero
* cinta para la frente como la que llevan los tenistas, pues a los que tenemos sobrepeso en las subidas suelo sudar mucho por la frente

Otras cosas las llevo en un macutillo cogido con un cinturón a la cintura.

Tras pasar por el albergue de los vegetarianos sigo el camino que en un principio discurre bajo árboles, por lo que a esta hora el recorrido aún es más oscuro.

Este tramo hasta La Laguna de Castilla el camino sigue ascendiendo como en la etapa previa.

de La Faba a La Laguna de Castilla aún en León

de La Faba a La Laguna de Castilla aún en León
Las imágenes son tenues, pues la luz corresponde antes de la salida del sol.


los Ancares

de La Faba a La Laguna de Castilla aún en León



de La Faba a La Laguna de Castilla aún en León

de La Faba a La Laguna de Castilla aún en León

de La Faba a La Laguna de Castilla aún en León

de La Faba a La Laguna de Castilla aún en León
Por fin ya he llegado a La Laguna de Castilla, último lugar de Castilla-León. Pronto llegaré al mojón de entrada en Galicia, da pena. No había nadie que me pudiera fotografiar junto a él, por lo que dejo sólo mera constancia.  Más adelante os mostraré otro mojón más digno.

La Laguna de Castilla
Como es de suponer, recalo en el primer y único bar en el camino. A la salida le pregunto por donde está la cestera y me indica que ahora ha quedado un poco más separada del camino.

una cestera -hórreo o palloza- en La Laguna de Castilla

una cestera -hórreo o palloza- en La Laguna de Castilla
Al salir me encuentro con la cabaña vacuna en movimiento y como soy de ciudad, subo unos escalones para verlo desde la barrera.







Son uno Sanfermines más relajados, pero algunos cuernos imponían.

Pasado este escollo, prosigo mi ascensión por el camino.

de La Laguna de Castilla a O Cebreiro

de La Laguna de Castilla a O Cebreiro


de La Laguna de Castilla a O Cebreiro

de La Laguna de Castilla a O Cebreiro

de La Laguna de Castilla a O Cebreiro

este mojón nos indica que entramos en Galicia

de La Laguna de Castilla a O Cebreiro


de La Laguna de Castilla a O Cebreiro

de La Laguna de Castilla a O Cebreiro

de La Laguna de Castilla a O Cebreiro

de La Laguna de Castilla a O Cebreiro
Ya estamos casi arriba del todo. La señal es el muro a la derecha del camino.

poco antes de llegar a O Cebreiro

poco antes de llegar a O Cebreiro, a caso ésta es una de las pocas veces que vuelvo la vista atrás
Ya he llegado a O Cebreiro. Se ven coches, pero por temprana hora, aún no son las 10 horas, la población está dormida, los taxis empiezan a trasladar peregrinos, las tiendas sacan sus tenderetes y yo como no visita au bar, no el primero sino el que me dio sensación de más vitabilidad, unos de los mesones. Me tomé un bocadillo de lacón con una cola. Tras las visitas de rigor, volví a ver la iglesia con tranquilidad.

parroquia de Santa María la Real en O Cebreiro (Lugo)

interior de la parroquia de Santa María la Real en O Cebreiro (Lugo)

imágen de la Virgen en la parroquia de Santa María la Real en O Cebreiro (Lugo)

parroquia de Santa María la Real en O Cebreiro (Lugo)

altar mayor de la parroquia de Santa María la Real en O Cebreiro (Lugo)

parroquia de Santa María la Real en O Cebreiro (Lugo)
En O Cebreiro son interesantes las construcciones, pallozas, edificadas para resistir las bajas temperaturas de los inviernos en Los Ancares.

palloza en O Cebreiro

palloza en O Cebreiro

palloza en O Cebreiro

palloza en O Cebreiro

palloza en O Cebreiro

palloza en O Cebreiro


palloza en O Cebreiro

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detalle del tejado de las palloza en O Cebreiro

detalle del tejado de las palloza en O Cebreiro

entrada a una palloza en O Cebreiro





A la salida me encontré el albergue de la Xunta, el primero en el Camino, donde en 1999 durmieron más de 400 peregrinos, la mayoría en el suelo.

La flecha del camino dirigía al tendedero del albergue y viendo que aquello no me hacía gracia, regresé para coger el camino de 1999, es decir, el arcén de la carretera. El nuevo camino transcurre por el bosque, paralelo a la carretera que a esa hora tenía escasa circulación y casi nula de frente al peregrino.

Más adelante, cuando el camino vuelve a la carretera, me encuentro a la inglesa que me encontré en La Faba, que había dormido en el mesón donde almorcé. Me la encontré poco antes del albergue y luego coincidimos nuevamente. Era obvio que había disfrutado del camino sin mochila, pues mi primer contacto fue poco antes de Villafranca del Bierzo que venían por el camino más directo con mochila. A partir de entonces descubriría el servicio de traslado de mochilas de una población a otra.

de O Cebreiro al Alto do Poio

de O Cebreiro al Alto do Poio: visyta de los Ancares

de O Cebreiro al Alto do Poio: los Ancares

de O Cebreiro al Alto do Poio: vista de Los Ancares

de O Cebreiro al Alto do Poio
Tanto el Camino como la carretera pasa junto a un monumento al Peregrino, junto al Alto de San Roque. Como el sol está en contraluz, las fotos sólo se pueden hacer desde atrás.

un monumento al Peregrino, junto al Alto de San Roque

un monumento al Peregrino, junto al Alto de San Roque

Por esta zona seguía el Camino, pues así dejaba el asfalto por la tierra y las piedras, siempre las condenadas piedras.

de O Cebreiro al Alto do Poio

de O Cebreiro al Alto do Poio

de O Cebreiro al Alto do Poio

de O Cebreiro al Alto do Poio
Andando por el camino llego a Hospital da Condesa donde nuevamente inspecciono los lavabos de los bares del camino


iglesia de Hospital da Condesa
A la salida veo como un ciclista se cae por ir por el camino que iba tras el quitamiedos de la carretera. La senda está en unos metros deshechas. No hay duda uno que se va al arcén. Por supuesto el resto de ciclistas van al asfalto. Hay que llegar enteros a Santiago.


de O Cebreiro al Alto do Poio
 Como dicen que el diablo sabe más por viejo que por diablo, yo me recordaba de 1999 que la subida final al alto do Poio era muy desagradable, corta pero peor que la subida a O Cebreiro, por lo que decidí seguir con la carretera. Como he dicho antes el camino sigue la carretera por una senda bajo el arcén derecho, pero en un momento dado te envían hacia Padornelo hacia abajo, lo que supone que después tendremos que recuperar altura. Sirva de ejemplo, la perspectiva como se ve Padornelo desde la carretera, allá en el fondo.
Padornelo
 Ante la inseguridad de encontrar plaza en el albergue privado de Fonfría, preferí asegurarme y dar descanso a mi penitencia.

Alto do Poio
 Aquí me encontré, después que llegara yo a Teresa y Eduardo que subieron de Las Herrerías a O Cebreiro a lomos de caballo.


Albergue del Puerto en O Alto do Poio
En este albergue privado do Alto do Poio cobran lo mismo que en los albergues de la Xunta de Galicia, 6 euros. En un primer dormitorio hay 18 camas en literas con dos cuartos de baño (lavabo, inodoro y ducha). Como era el segundo en llegar elegí una cama baja que tenía al lado un banco exclusivo (entre la cama y la pared), donde puse todo el contenido de mi mochila. Tras la ducha y cambio de ropa pasé al comedor.

Me atendió Laura, simpatía a raudales. Me dijeron que tenían para comer: caldo gallego, pasta, empanada y carne guisada. Escogí empanada de primero y carne guisada de segundo. De postre Tarta de Santiago. Para beber agua, para saciar a la penitencia, y vino. Licor de café (orujo de café).

El comedor lo presidía la señora Remedios, propietaria del local desde hace más de cuarenta años.

Tras hablar con otros peregrinos que comieron allí y siguieron camino, pasé al lavabo de la ropa.

Ya que no había más que hacer, me estiré un rato para descansar. Más tarde llegó Anna, muchacha de la república checa, pelirroja con grandes gafas, amante al dibujo con lo que plasma muchos lugares del Camino y que había empezado en Pamplona. Me la encontraría en diferentes lugares, siempre me pasaba, pues muchas veces caminaba por la tarde.

Yo siempre que puedo termino a primera hora de la tarde. Consigo plaza en un albergue, me ducho y como. Esto excluye que este año, a Melide y a Santa Irene llegara casi a las 19 horas.

Sobre las 20 horas la niebla rodeaba todo el lugar, sólo interrumpido por los perros de los cazadores.

Para cenar lo mismo que de comida, por lo que elegí caldo gallego y un par de huevos fritos con beicon que se los ví a otro compañero al mediodía.


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